Posibles consecuencias de un concurso de acreedores
El concurso de acreedores es un procedimiento legal al que pueden acogerse las empresas para tratar de garantizar la supervivencia de la compañía en un periodo de insolvencia. Al mismo tiempo, se busca proteger los intereses de los acreedores y devolver la mayor cantidad de deuda posible. En este artículo, analizaremos las posibles consecuencias de un concurso de acreedores y cómo puede afectar a las partes involucradas.
Para empezar, es importante señalar que un concurso de acreedores es un proceso complejo que puede llevar tiempo y tener un impacto significativo en la empresa en cuestión. Por ello, es más que recomendable contar con el apoyo y asesoramiento de abogados concursales especializados.
Consecuencias de un concurso de acreedores para la empresa
Al contrario de la percepción habitual, es importante destacar que un concurso de acreedores no siempre es el fin de una empresa, ni pretende serlo. A veces, puede ser una oportunidad para la empresa para reorganizarse y recuperarse financieramente.
De hecho, el objetivo del concurso de acreedores, tal y como se señala en la Ley Concursal, es intentar que la empresa pueda seguir ejerciendo su actividad, solucionando sus problemas financieros y garantizando el pago de la deuda a los acreedores.
Durante el concurso se acreedores, se establece una búsqueda de acuerdo entre la parte deudora (la empresa) y los acreedores para renegociar el pago de las obligaciones que la empresa tiene endeudadas. Para ello, ambas partes presentarán distintas propuestas de convenio de renegociación y pago de la deuda.
De aquí, se derivan las posibles consecuencias de un concurso de acreedores para la empresa.
Reestructuración de la empresa
En caso de acuerdo con los acreedores, es posible que la empresa tenga que llevar a cabo una reestructuración.
Esto implica que la empresa sigue funcionando, pero se lleva a cabo una reorganización interna para reducir costes y mejorar la eficiencia. La reestructuración puede implicar la venta de activos no esenciales, la reducción de la plantilla o la negociación de nuevos términos con los acreedores. Si se lleva a cabo de manera efectiva, la reestructuración puede ayudar a la empresa a recuperarse financieramente y continuar operando.
Liquidación de la empresa
Por otro lado, otra posible consecuencia de un concurso de acreedores para una empresa es que deba cesar su actividad y extinguirse.
Si en el desarrollo del proceso del concurso de acreedores no se llega a un acuerdo de convenio o el administrador concursal determina que la empresa es incapaz de hacer frente al pago de su deuda, se inicia entonces el proceso de liquidación.
Esto significa que la empresa se disolverá y sus activos se venderán para pagar a los acreedores. La empresa enajena su activo y establece un procedimiento para condonar la deuda con los acreedores. Finalmente, se procede a la cancelación de los asientos registrales de la sociedad en el Registro Mercantil, dando por extinguida la empresa.
Consecuencias para los acreedores
La otra parte implicada en el proceso de concurso son los acreedores. Los acreedores son las personas físicas o jurídicas que tienen un derecho de cobro por parte de la empresa, ya sea por haber prestado dinero a la misma o haber realizado una actividad comercial.
Entre las consecuencias de un concurso de acreedores para estos mismos, destaca la posibilidad de que no reciban el pago completo de sus deudas, lo que puede afectar negativamente a su propio negocio o finanzas personales.
Esto puede deberse a que en la negociación se ha condonado parte de la deuda a la empresa o porque durante el proceso de liquidación la masa activa de la empresa es insuficiente para el pago total de sus obligaciones.
Otra consecuencia que se deriva de este proceso, es que puedan ver atrasado el pago de su deuda. Igualmente, esto ocurre porque así se ha establecido en la propuesta de convenio o porque el proceso de liquidación se dirima en el tiempo para poder enajenar todo el activo de la empresa.
Por útlimo, es importante tener en cuenta que los acreedores pueden tener diferentes prioridades y que algunos pueden ser pagados antes que otros, dependiendo de su estatus legal y la cantidad de deuda que tengan.
La calificación del concurso
La última fase del concurso de acreedores es la fase de calificación. En esta fase, el juez debe determinar si el concurso de acreedores ha sido fortuito o culpable.
Es decir, se debe determinar si hubo culpabilidad y responsabilidad en las causas que llevaron a la empresa a su situación de insolvencia.
En caso de que así se determine, existen consecuencias de un concurso de acreedores para el deudor, administradores y/o liquidadores.
Si son declarados culpables, tendrán que responder personalmente frente a los acreedores por los daños causados derivados de esta situación. Así mismo, pueden ser inhabilitados durante un periodo de tiempo para administrar bienes ajenos o representar a cualquier persona física o jurídica.
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