La mediación en los temas de familia
La mediación en los temas de familia ofrece beneficios como la resolución de problemas sin llegar a los tribunales
La mediación es una herramienta que supone una muy buena oportunidad para resolver conflictos. Uno de los principales beneficios de la mediciación en los temas de familia es la resolución de problemas, consiguiendo evitar en muchas ocasiones tener que recurrir a los tribunales.
A pesar de que tan solo un 1%, de las parejas que están en esta situación solicitan o aceptan la intervención de una tercera persona, el trabajo de un mediador profesional facilita en gran medida llegar a acuerdos. Se persigue que, llegado el caso, la separación no sea un obstáculo para el necesario entendimiento entre ambos ni para el bienestar de sus hijos, si los hubiera.
Beneficios de la mediación familiar
En la práctica, la figura del mediador familiar orienta a las parejas para que estas puedan afrontar la búsqueda de soluciones para sus diferentes problemas y puedan volver a construir una organización familiar estable. Además, uno de los beneficios de la mediación en los temas de familia es la rapidez y el menor coste económico.
En el proceso de negociación se pueden abordar temas tales como la salud y educación de los/as hijos/as, el tipo de formación que consideran más adecuada para ellos/as (laica o religiosa), con quién y dónde van a vivir los/las hijos/as una vez que se haya producido la ruptura, cómo van a ser las relaciones con el progenitor con el que no convivan en cada momento.
La mediación familiar ofrece la oportunidad de facilitar una gestión adecuada de los conflictos familiares, especialmente los derivados de la ruptura de la pareja y sobre todo cuando afectan a cuestiones de parentalidad, tanto de hijos e hijas menores de edad como mayores, a través de la metodología idónea.
Una de las principales ventajas de la mediación es que favorece la autodeterminación y el compromiso de las partes implicadas. El cumplimiento de lo acordado suele ser mayor cuando las partes no se sienten “obligadas” a cumplir una resolución judicial con la que, en la mayoría de los casos, uno de ellos se siente perjudicado.
El proceso de mediación también reduce los efectos negativos que el contencioso podría ocasionar a la familia. Por un lado se consigue suavizar o detener la escalada del conflicto. Por otro, se evita la exposición de los hijos a un proceso que siempre es doloroso.
Además, hay que tener en cuenta que cuando las partes tienen la experiencia de haber podido gestionar con éxito los conflictos personales y familiares, el coste emocional que se deriva es mucho menor.
El papel del mediador es adaptar las soluciones a las circunstancias, necesidades y particularidades de cada familia. Es decir, poner en sus manos las herramientas para que ellos mismos puedan diseñar su futuro consensuadamente y de la forma más detallada posible.
Por último, a estas ventajas, debemos añadir el descongestionamiento de los juzgados. Uno de los beneficios de la mediación en los temas de familia es que se reduce la carga de trabajo en los juzgados y por tanto los tiempos de respuesta de la Administración de Justicia.
Es por esto que, cuando se originan conflictos familiares, especialmente aquellos relacionados con la ruptura de la pareja y el posible divorcio, que además conllevan controversias en cuestiones de parentalidad, se recomienda que la vía contenciosa no se asuma como la primera opción, y que las partes recurran voluntariamente a la mediación para encontrar un espacio acuerdo a través de la mediación. En Sirera y Saval contamos con profesionales con experiencia acreditada en temas de familia y mediación, si tienes cualquier duda llámanos y te ayudaremos.
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