Alquilar con seguridad
Te explicamos una serie de medidas para alquilar con seguridad tu vivienda
Alquilar con seguridad una vivienda que no utilizamos puede ser una alternativa muy interesante para incrementar nuestros ingresos. Sin embargo, también puede ser un quebradero de cabeza si no tenemos suerte con los inquilinos.
Medidas para alquilar con seguridad tu vivienda
- Cuidadosa selección de inquilinos. Para conocer la solvencia de un arrendatario puedes pedirle su nómina o contrato. Así podrás comprobar si tiene estabilidad laboral que garantice la capacidad de pago e incluso contrastar la información con la propia empresa. Además, hay registros de morosos que se pueden consultar, para comprobar si han tenido incidencias de pago con anterioridad.
- Pedir garantías adicionales. El pago de la fianza cubre posibles desperfectos provocados por el inquilino al final del contrato. Además, se pueden pedir otro tipo de garantías, por ejemplo el pago de varias mensualidades por adelantado o un aval de otra persona (se puede analizar también su solvencia) o del banco para cubrir los pagos que el posible inquilino deje de pagar. También se puede exigiral inquilino la contratación de seguros que cubran los impagos o desperfectos ocasionados en la vivienda. Así, el propietario, está más tranquilo y el inquilino no tendrá que hacer un desembolso importante al inicio del contrato.
- Alquilar a través de profesionales o de organismos oficiales. Un profesional inmobiliario puede hacer un estudio de riesgo del posible arrendatario. A ello se une que se pueden ocupar de todo: elegir el mejor precio, publicitar la vivienda, buscar un inquilino, estudiar su solvencia, redactar el contrato para que se ajuste perfectamente a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), depositar la fianza en el organismo correspondiente en cada Comunidad Autónoma… Además, muchas comunidades autónomas y ayuntamientos disponen de un servicio público para intermediar en el alquiler y aportar garantías, tanto al arrendador como al arrendatario. El propietario ofrece su vivienda a un precio más económico que el de mercado, recibiendo la garantía del organismo público de que el inmueble va a estar protegido. Por su parte, el inquilino se beneficia de un coste más reducido y cuenta con la intermediación de un organismo público si surge algún problema.
- Firmar un contrato de arrendamiento claro, preciso y cuyo alcance se comprenda perfectamente. De esta forma, habrá un documento escrito que recogerá las condiciones acordadas y podrá ser consultado en caso que surja alguna duda en su interpretación o cumplimiento (por ejemplo, ¿Quién paga la sustitución del calentador? ¿Puede el inquilino tener animales domésticos?). El contrato de arrendamiento debe estar adaptado a nuestras circunstancias y ser transparente para ambas partes recogiendo, con claridad, precisión, y siempre dentro del marco legal, las obligaciones de arrendador y arrendatario.
Si tienes alguna duda sobre que cautelas tomar antes de alquilar tu vivienda, cómo redactar el contrato o que hacer si consideras que el inquilino no cumple sus obligaciones, consúltanos. En Sirera y Saval contamos con una experiencia de más de 70 años y con un equipo de profesionales que sabrá como resolver tus dudas y te ayudará para que puedas alquilar tu vivienda con todas las garantías y la seguridad necesarias.
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