¿Qué busca un cliente cuando elige un abogado?
Cuando un cliente elige un abogado debe tener en cuenta muchos aspectos
Un abogado puede desplegar ante los posibles clientes años de experiencia y conocimientos. Pero eso puede no ser suficiente. En muchas ocasiones, lo que acaba de convencerlos para elegir entre las miles de posibilidades que hay en el mercado es la confianza que les genera, los beneficios que puede aportarle y la calidad del trabajo. Estos aspectos serán por los que el cliente se mantenga fiel a un despacho y siga con él año tras año.
La confianza, punto fundamental
Para ganarse la confianza es importante que el abogado escuche al cliente. Así podrá conocer sus expectativas y empatizar con él. Solo con una comunicación fluida podremos conocer de verdad a nuestros clientes, llegando a entablar relaciones de confianza duraderas. Además, esa confianza debe plasmarse en una personalización de las soluciones. Cada cliente es diferente y hechos similares pueden requerir soluciones distintas. Para ello es importante escuchar y entender las circunstancias de cada cliente. Así tendrá la seguridad de que se va a hacer lo adecuado para resolver su problema de la mejor manera posible.
Para conseguir esa confianza es fundamental ser claro y realista. Un cliente puede estar satisfecho con el trabajo realizado aunque el resultado final no haya sido el esperado. Por ejemplo, si el abogado ha sido honesto, le ha advertido de los riesgos y de las consecuencias, si le ha atendido cuando lo ha necesitado sin demoras y si le ha comunicado de forma constante,fluida, coherente, sencilla y sin prisas la situación del procedimiento.
La experiencia del abogado
Si a eso le añades la calidad del trabajo harás que se sienta más seguro de haber acertado en la elección para poder resolver los posibles imprevistos. Y ahí es donde entra la experiencia. Un abogado tiene que ser una persona que, además de conocer bien las leyes y estar al tanto de las novedades y de la evolución del sistema legal, conoce bien la interpretación que se está haciendo de ellas en cada momento. Además, el derecho tiene muchas ramas, por tanto la especialización será un valor en alza para elegir un buen abogado. Será más resolutivo y podrá ofrecer la mejor solución a tu problema.
El valor añadido del abogado
A todo ello se suma el valor añadido, los beneficios, que puede aportar el abogado. Y no se trata de ganar más casos o de obtener el resultado deseado. El valor añadido se encuentra desde en la forma en la que se presta el servicio jurídico, como se gestiona, la manera de comunicar o incluso en la forma en que se adelantan a los problemas de sus clientes o cómo les facilitan el camino. Un buen abogado debe convertirse en un aliado para su cliente. Aquí también entra en juego la reputación y la marca. Hay que trabajar y potenciar aquellos aspectos que supongan una diferenciación que serán los que te hagan sobresalir de la competencia para atraer nuevos clientes.
En Sirera y Saval llevamos más de 70 años aplicando estos tres conceptos a nuestro trabajo. Primamos la empatía con el cliente, buscamos la excelencia en todo lo que hacemos y, gracias a ello, nos hemos convertido en un aliado estratégico para más de 300 clientes en toda España. Además nuestro equipo cuenta con un alto grado de especialización en diversos campos del derecho, para poder ofrecer un servicio integral a nuestros clientes.
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