¿Cuáles son los beneficios de una reestructuración empresarial?
Una reestructuración empresarial es un proceso que genera muchos beneficios y aporta un valor añadido a la compañía
Oír hablar de reestructuración empresarial a veces asusta ya que implica un cambio. Un cambio que puede tener que ser mas o menos drástico dependiendo de la situación, pues en muchos casos se suele realizar tarde. Y porque acometer ese proceso suele venir por una pérdida de posicionamiento competitivo y por un deterioro en la estructura financiera de la compañía.
Los principales objetivos de una reestructuración empresarial:
- Separar la actividad empresarial de las inversiones realizadas en otros campos no relacionados con la compañía
- Eliminar los que supongan un lastre para la organización
- Adoptar un nuevo modelo que permita mantener la empresa con vistas a futuro.
Además esta operación está exenta de impuestos de tributación directa e indirecta, según la Ley de Modificaciones Estructurales.
¿Qué beneficios aporta? Llevar a cabo una reestructuración empresarial es un proceso que genera muchos beneficios y aporta un valor añadido a la compañía, si se sigue un buen planteamiento.
– Preservar el patrimonio empresarial. La reestructuración permite separar el patrimonio afecto del no afecto (aquel que se ha adquirido a través de la empresa, pero que no tiene que ver con la actividad de la misma). Con esta separación se consigue que el patrimonio no afecto no responda del riesgo que puede suponer la actividad empresarial. Además, la financiación de la empresa tendrá un coste menor y si hubiese que vender la empresa, ya no hay inmuebles ni excesos de tesorería, por lo que la empresa se valora en función de su actividad.
– Descarga de negocios no rentables. Pueden haber partes del negocio que son una carga para los beneficios de las empresas y los recursos corporativos. El objetivo de la reestructuración para la empresa es poner sus mejores recursos en las áreas del negocio que generan liquidez y vender o liquidar las partes que no lo hacen. Además, es más fácil obtener mejores ofertas de compra por los distintos negocios de la compañía que por el total.
– Erradicación de la deuda. Muchas empresas tienen deudas que amenazan su viabilidad y deben reestructurarse con el fin de pagarlas, lo que suele incluir despidos, venta de activos … El objetivo de este tipo de reestructuración corporativa es adecuar la razón del endeudamiento a un tamaño en el que la empresa pueda seguir adelante.
- Optimizar los procesos. Es una buena oportunidad para mejorar los procesos de la empresa.
- Abordar una nueva situación. Muchas empresas tienden a la reestructuración para adaptarse a los tiempos actuales o a nuevos retos. Innovaciones tecnológicas, cambios en las tendencias de consumo, internacionalización, entrada de capital, procesos de fusión o adquisición que demandan un ajuste corporativo… Para ello es conveniente reorganizarse para reforzar los puntos fuertes de la empresa y aprovechar al máximo las oportunidades que surgen.
La supervivencia de una empresa depende de su adaptación al cambio. Por eso no hay que tener miedo a un proceso de reestructuración empresarial, sino que hay que saber cuándo realizarlo y hacerlo bien, enfocado y planteado para evitar que sea demasiado traumático.
En Sirera y Saval tenemos una gran experiencia en reestructuraciones empresariales y podemos asesorarle sobre cómo realizar el proceso y obtener los máximos beneficios posibles de él, para dar continuidad a la compañía.
Sirera y Saval Abogados
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