¿Cómo obtener el máximo beneficio fiscal de las empresas familiares?
Las empresas familiares son una parte fundamental del tejido empresarial en España. Representan más del 85% del total de empresas en el país, según datos del Instituto de la Empresa Familiar. Por ello, aprovechar las ventajas fiscales específicas para este tipo de entidades es clave para su sostenibilidad y crecimiento. En este artículo, exploraremos cómo las empresas familiares pueden maximizar su beneficio fiscal.
Definición de empresa familiar
Antes de profundizar en los beneficios fiscales, es esencial entender qué se considera una «empresa familiar» según la normativa vigente. La Ley del Impuesto sobre el Patrimonio, establece los elementos definitorios de la empresa familiar. Entre los criterios más relevantes destacan:
- Participación directa o indirecta en el capital social: Los miembros de la familia deben poseer, al menos, el 20% del capital de la empresa.
- Actividad económica efectiva: La empresa debe desarrollar una actividad económica real, no limitada a la gestión de activos financieros o inmobiliarios.
- Control familiar: La familia debe ejercer el control sobre la gestión de la empresa, y al menos uno de los miembros debe estar directamente implicado en la gestión.
Siendo necesario el cumplimiento de estos requisitos para que la empresa sea considerada como familiar, y por tanto, pueda acceder así a los beneficios fiscales que detallaremos a continuación.
Reducciones en el Impuesto sobre el Patrimonio
El Impuesto sobre el Patrimonio grava el valor de los bienes que titula una persona física al finalizar la anualidad corriente. Sin embargo, las empresas familiares pueden beneficiarse de una exención significativa por aplicación del artículo 4.8 de la Ley del Impuesto sobre el Patrimonio. Para que esta exención sea aplicable, deben cumplirse los siguientes requisitos:
- El valor de las participaciones familiares en la empresa está exento de tributar en este impuesto siempre que la actividad empresarial sea efectiva y el propietario participe activamente en la dirección.
- El capital mínimo exento: Como se mencionó, la familia debe controlar, al menos, el 20% del capital social, de manera individual o conjuntamente.
Esta exención representa una gran oportunidad para los propietarios de empresas familiares, ya que pueden ahorrar importantes sumas de dinero al evitar el gravamen del patrimonio empresarial dentro de su declaración.
Beneficios en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Uno de los mayores desafíos para las empresas familiares es la transición generacional. A menudo, la transmisión de la empresa de una generación a otra puede verse gravada por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, lo que puede poner en riesgo la continuidad del negocio. Sin embargo, la legislación española establece importantes reducciones fiscales para facilitar este proceso.
Según el artículo 20.6 de la Ley 29/1987, de 18 de diciembre, del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, es posible aplicar una reducción del 95% del valor de la empresa familiar en las transmisiones a herederos directos, siempre que:
- El negocio haya sido gestionado de manera activa por el propietario durante los últimos 10 años.
- Los herederos mantengan la actividad empresarial durante un período mínimo de 10 años tras la transmisión.
- Los herederos participen activamente en la gestión de la empresa.
Este beneficio fiscal permite que la transición generacional sea más fluida y evita que la empresa se vea afectada por mayores obligaciones fiscales, asegurando su continuidad a largo plazo.
Impuesto sobre Sociedades: Bonificaciones y deducciones
El Impuesto sobre Sociedades es otro ámbito donde las empresas familiares pueden beneficiarse de diversas ventajas fiscales. En particular, el régimen fiscal especial para las entidades de reducida dimensión, regulado en el Capítulo XII del Título VII de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (Ley 27/2014, de 27 de noviembre), establece una serie de deducciones y bonificaciones para empresas que facturen menos de 10 millones de euros anuales. Entre las principales ventajas destacan:
- Tipo reducido de gravamen: Las empresas de reducida dimensión pueden aplicar un tipo reducido del 25% en el Impuesto sobre Sociedades, lo que supone una ventaja significativa respecto al tipo general.
- Deducciones por reinversión de beneficios extraordinarios: Este régimen permite a las empresas familiares reinvertir los beneficios obtenidos por la venta de elementos patrimoniales en nuevos activos, lo que genera una deducción en la base imponible del impuesto.
- Amortización acelerada: Se permite una amortización fiscalmente más rápida de ciertos activos, lo que ayuda a reducir la base imponible y, en consecuencia, la carga fiscal de la empresa.
La importancia de estar bien informados y asesorados
Maximizar los beneficios fiscales de una empresa familiar requiere cumplir con una serie de requisitos legales y aprovechar las ventajas que ofrece la legislación española.
Sin embargo, para ello es de gran relevancia establecer una planificación adecuada y contar con un asesoramiento legal y fiscal especializado que garantice el cumplimiento de los requisitos y optimice las diversas opciones fiscales de la empresa.
Con una estrategia bien diseñada, las empresas familiares pueden asegurar su sostenibilidad y crecimiento a lo largo de generaciones, beneficiándose de las herramientas fiscales que el ordenamiento jurídico español pone a su disposición.
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